GUARDIÁN DE LA MONTAÑA
EL ORIGEN
En el corazón de San Agustín, Huila, donde la neblina abraza los cafetales y el eco del pasado se mezcla con el canto del río Magdalena, vive una familia que convirtió el café en herencia, lenguaje y destino: los Imbachi.
Desde hace décadas, esta tierra sagrada –marcada por la memoria de antiguas civilizaciones y guardianes de piedra– ha sido testigo del trabajo silencioso de Carlos Imbachi, patriarca y visionario que sembró más que café: sembró propósito. En su finca Buena Vista, la vida transcurre entre el murmullo del agua, los guamos que dan sombra y el aroma persistente de las cerezas maduras. Allí nacieron sus hijos, aprendiendo desde niños a leer los colores del grano, a sentir el pulso del sol y a escuchar el lenguaje invisible de la montaña.
EL CAMINO
Entre ellos, Diego Fernando Imbachi creció admirando a su padre, observando cómo visitantes de todo el mundo llegaban hasta la finca para conocer de cerca el milagro de su café.
A los diez años ya sabía que su destino estaba allí, entre surcos y aromas, en esa alquimia que transforma el fruto en historia. Hoy, Diego estudia ingeniería agronómica para continuar el legado familiar con ciencia y sensibilidad. Junto a su hermano Ever, organiza cada jornada con disciplina y respeto por los procesos: la recolección selectiva, la fermentación sin agua, el secado paciente al Sol o bajo marquesina. Su hermana Sonia Milena, en la finca vecina, comparte la misma devoción: junto a su esposo, produce cafés que reflejan elegancia, equilibrio y una profunda conexión con la tierra. Cada miembro de la familia aporta una mirada distinta, pero todos comparten una misma certeza: el café es un lenguaje de amor transmitido entre generaciones.
LA ESENCIA
El café de los Imbachi, como el Guardián de la montaña, nace entre los 1.700 y 1.800 metros de altura, bajo la sombra viva de guamos, serindes y cachafrutos.
Hoy, su joya más preciada es un Bourbon Rosado, una variedad que parece tener luz propia: los granos maduran en tonos rosados que se confunden con el amanecer, y su fragancia anuncia dulzura antes incluso de molerse. Cada cereza es seleccionada con precisión y fermentada naturalmente, permitiendo que su carácter se exprese sin artificios. Luego, el secado lento en camas elevadas preserva su pureza y acentúa su complejidad sensorial. En taza, este Bourbon Rosado revela notas de brevas maduras, miel y frutas tropicales, una combinación que danza entre lo exótico y lo familiar. Su textura sedosa, su acidez brillante y su dulzura prolongada evocan la magia del sur del Huila: un lugar donde el tiempo se detiene para dejar hablar al café. Es una expresión viva del equilibrio entre tradición y perfección; un café que no solo se bebe, sino que se contempla como una obra de arte nacida del corazón de una familia.
LA INVITACIÓN
Los Imbachi son la prueba de que el verdadero lujo nace del origen: de la paciencia, la familia y la fidelidad a una tierra que siempre devuelve lo que se le entrega con amor
En Casa Landino celebramos ese legado que florece en San Agustín y lo compartimos con quienes buscan algo más que una bebida: una historia que se saborea, se honra y se recuerda. Descubre el café Guardián de la montaña. Cada taza es un viaje al alma del Huila, donde el tiempo, la herencia y la pasión se mezclan para crear algo verdaderamente excepcional.
